
Integridad
Tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseño que un fracaso no siempre es perder. ella lo aprendió, lo masticó y por fin supo reir
20 dic 2011
Hasta acá nos ayudo dios
En carnavales de señales no verbales fue descubriendo el lenguje, el inconsciente en busca de alguien que lo pueda ver a través del follaje, interpretó modestos gestos que en si mismo vio y comprendió el mensaje, vacuna para incongruentes, se paró y grito "bendito aprendizaje" & de ponto sintió que se le inflaba el pecho, vertiginosa sensación. Entre ilusiones y comparaciones enjuicio toda una vida entera y hoy ve como un juicio que antes servía hoy no
sirvo, 'ayer si, hoy cualquiera', pero ahora, ¿como se hace? ¿como saco esto de acá? ¿como empiezo de nuevo?, ¿como perdono? ¿como me perdono a mi, además? ¿como disfruto el juego? & de pronto sintió un nudo en la garganta y sin embargo disfrutó; el le llamó acepción a ese llanto sin consuelo y desde ahí transformo la rigidez del miedo cruel y paralizador, el impulso motor. Fue en busca de su esencia una y mil veces y encontró que esta siempre mutaba, deforma espacios, tiempos, todo acorde a la emoción del momento en que estaba, focalizó tanto el ahora que temió perder completa la memoria, fue entonces que se hizo conciencia y que ellos comprenden "mi esencia no es mi historia", y de pronto sintió muy liviano los hombros y rumbo al cielo se cayó; el le llamo plenitud a esa risa en carcajada y desde ahí la virtud de vivir libre o nada, creció como un alud, eligió ver la luz

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