Hace unos días me topé de casualidad con una entrada de un blog que me llamó mucho la atención, o por ahí no fue tanta casualidad, porque es un blog que sigo bastante de cerca ya que tiene entradas muy interesantes, que te identifican, que dicen lo que muchas veces vos no podes decir, porque no podes o porque no sabes como.
Dicha entrada titulada Pregunto habla de qué es sentir. Y antes de leer la entrada, me puse a pensar qué era para mi sentir, que sentía con las personas que me rodean, con aquellas que quiero seguir viendo y pasando el tiempo. No tuve muchas ganas de pensar, así que llegué a la conclusión de que sentir es querer a alguien y desear seguir pasando el tiempo con las personas que queres. Después de leer la entrada me detuve unos segundos, pensé en lo que sentía, no con mi familia (un amor incondicional, un amor que a pesar de peleas y demás va a estar intacto, una familia que te va a dar una mano cuando más lo necesites sin pedir nada a cambio, sin esperar nada de vos, solo que le brindes cariño, que les hagas saber que los queres), no con mis amigos (de esos que te compran un sanguche de miga, un chocolate, una coca porque se dan cuenta que estás mal, de esos que son más familia que amigos), sino con otras (otra) persona.
Al principio, no te queres enganchar. Te negas. Decís que no te va a pasar bajo ninguna circunstancia, que no vas a sentir nada más que un "es para verlo un par de veces".
Después, cuando no podes ocultar que estas hasta las manos (por parte de ambos) empezas a querer sentir. Cosas lindas y no tantas. Cariño. Amor. Ganas de verlo. Celos. Empezas a querer quererlo. A querer que te llene. Hasta que sí, sentís que lo queres y sentís todas esas cosas que quisiste sentir en un pasado no tan lejano.
Y las cosas siguen, el tiempo no se congela ahí, todo avanza. Tenes miedo, inseguridad. Miedo, ¿por qué? porque todas las cosas que quisiste sentir, que dijiste que sentías se están tornando reales. Miedo de que se termine, porque son cosas lindas. Después, inseguridad. De vos, claramente. De que no te quiera igual, de que no seas suficiente, de que te deje de un día para el otro por más que no haya signos de que vaya a hacerlo. De repente toda esa seguridad o pensamientos lindos se desvanecen y tenes inseguridad de que todo lo que hayas creído sentir, no lo sentías en verdad, que eran ilusiones que vos misma te creaste porque QUISISTE sentir. Entras en un estado de confusión absoluta, donde no sabes qué hacer, si seguir o no. Y le das la razón a la entrada que leíste, pensando que vos también vas a terminar así.
Recordas. Son pocos meses, pero fueron tan intensos que parecieran más. Sí, sentís. Y mucho. Caes en la cuenta que a eso le tenes miedo, a todo lo que sentís, y a dejar de sentir con el tiempo.
Releí la entrada. Concluí que quiero seguir con esas "mariposas en la panza" que aparecen de vez en cuando y que no quiero que vuelen a ningún lado, que quiero seguir con estos miedos e inseguridades sobre mí, porque me hacen sentir muchas cosas hermosas con respecto a la otra persona. Concluí que lo quiero, y que todo eso que alguna vez quise sentir con alguien (sentir en serio, no algo tan pasajero) lo estoy empezando a sentir. Y se siente bien. Se siente.
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