Integridad

Tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseño que un fracaso no siempre es perder. ella lo aprendió, lo masticó y por fin supo reir

31 oct 2013

You've got to hide your love away

Quizás si es cierto que no me abro, que no digo lo que siento, que no quiero querer, que prefiero quedarme con un grupo chico y específicamente seleccionado de personas que conozco y sé que me conocen, que sé que si pasa algo jodido, van a estar ahí para mí. Quizás si es cierto que no dejo que nadie entre en mi vida de una manera distinta, que invento excusas pelotudas para no ver a cierta gente, que prefiero quedarme en mi rutina con mis amigos de siempre y mi familia, que varias veces elegí quedarme en mi casa mirando una peli o leyendo un buen libro antes que salir a bailar y emborracharme con mis amigas, o quedarme con mi mejor amiga boludeando una noche en casa comiendo a que salir a un bar o un parque a la noche. Es cierto que me gusta más la tranquilidad, suelo ir por lo seguro, suelo salir con gente que me conoce y sé que no me va a lastimar de ninguna forma (por lo menos no intencionalmente), que por eso varias veces elijo quedarme en casa, que por eso siempre rechacé toda posibilidad de salir con alguien, porque siempre odié los silencios incómodos, el hecho de que la otra persona no me conozca o haga chistes o cosas que me desagraden, que me produzca rechazo. El simple hecho de pensar que tu humor depende del de otra persona me empalaga, me asquea, me saca las ganas de conocer gente. Y nunca busqué algo así, nunca quise depender tanto de otra persona, quererla tanto hasta el punto de sentir que no puedo pasar un día sin ver o hablar con ésta, porque te consume. Además, siempre hay una parte que se engancha más, y siempre tuve la leve sospecha de que esa parte iba a ser yo, por lo que decidí alejarme de toda persona que pudiera conducirme a sentir algo así, decidí ir por mi cuenta y olvidarme de que, algún día de mi vida, iba a necesitar todo eso. Porque al fin y al cabo, te llena. Te hace feliz. Te hace bien. Te aleja de la realidad, te tranquiliza. Y en algún momento de tu vida, lo necesitas. Pero, cómo sabes cuándo lo vas a necesitar? lo buscas? y no estoy hablando de amor, sino de un sentimiento de plenitud, de levantarte todas las mañanas y tener un mensaje de alguien que te puede llegar a querer, que se preocupa por vos, que está pendiente de cómo estás, de cómo te sentís, que te quiere ver. Quizás, pasas tanto tiempo tratando de alejarte de esos sentimientos, de esas personas, que al final lo encontras, y cuando te queres dar cuenta ya te consumiste. Pero te gusta consumirte así.

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