Integridad
Tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseño que un fracaso no siempre es perder. ella lo aprendió, lo masticó y por fin supo reir
30 abr 2015
Es sabido que cuando uno siente que las cosas no pueden ser mejor o que por lo menos está viviendo un estúpido y frágil equilibrio vital, las mismas tienden a desmoronarse casi instantáneamente. Es así, una regla vital, una estúpida consecuencia de la conciencia. Porque quizás uno al pensarlo se está llenando de miedo la vida y se está abriendo al mismo tiempo a las malas vibras. Tengo la alucinación de que cuando uno es ignorante de su propia felicidad, puede conservarla mucho más tiempo y en mejor estado.
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